El próximo martes, día 5 de
septiembre, a las 20:30 horas, que inauguraré la exposición “SACA DE YEGUAS:
ARENA Y POLVO” en el PALACIO DE VILLAVICENCIO situado
en el CONJUNTO MONUMENTAL ALCÁZAR DE JEREZ con motivo del DIA
EUROPEO DEL CABALLO e incluida en las FIESAS DE LA VENDIMIA DE 2017.
La
exposición permanecerá abierta desde el 5 de septiembre al 1 de
octubre de 2017.
MÁS DETALLES DEL EVENTO
FOTOGRAFIAS
SACA
DE YEGUAS: ARENA Y POLVO
“La
Saca de las Yeguas” es una práctica que realizan los ganaderos de
Almonte el 26 de junio de cada año. Los días previos unos 200
yegüerizos armados con sus varas o chivatas, se adentran por los
distintos enclaves marismeños, pernoctando durante varias noches,
para agrupar y recoger a sus yeguas y potrillos, que allí pastan en
completa libertad durante todo el año.
La
mañana del día 26 de junio los almonteños hacen el
traslado de las yeguas y potros desde el Coto hasta Almonte,
agrupados en tropas. Una vez concentrado todo el ganado en las Playas
de El Rocío, se inicia la travesía por distintas calles de la aldea
hasta llegar a la Ermita, donde son bendecidos por el
sacerdote de la Ermita.
Antes
de llegar al arroyo Santa María cerca de Olivarejos se hace una
parada para que hombres y ganado descansen de tan dura travesía. Las
yeguas y potrillos vuelven a encontrarse.
Después
de tres o cuatro horas de descanso, el ganado organizado en tropas
continúa su traslado a Almonte
En
Almonte los animales son encerrados en corrales para su limpieza que
se conoce como “tusa”, para el herraje, marcaje de los potros y
para la venta. Los animales que no se venden son devueltos otra
vez al Coto para que sigan pastando hasta el año siguiente que
volverá a realizarse la misma operación.
En
los años de más esplendor se calcula que pueden ser trasladados
unos 800 ó 900 animales por las arenas hasta Almonte.
He
querido reflejar con mi trabajo en qué consiste esta práctica y en
qué condiciones se realiza el traslado de las yeguas y los potrillos
desde el Rocío hasta Almonte: un inmenso trabajo y un gran
sacrificio por parte de hombres, mujeres y niños, en un recorrido en
el que el calor y el polvo del camino causan estragos.
He
estado presente en este acontecimiento durante unos doce años y como
fotógrafo he disfrutado con el espectáculo y espero que con esta
exposición pueda transmitir al público que la visite, algunas de
las sensaciones vividas por mí en esta experiencia.