jueves, 24 de junio de 2010

CRÍTICA Y AUTOCRÍTICA FOTOGRÁFICA

Después de un tiempo de descanso ante la actividad tan frenética que he desarrollado durante el curso 2009/2010 vuelvo otra vez al curro. Me lo he pensado y trabajaré con más calma.

No he tocado el Blogs ni mi galería de Flickr desde el 11 de mayo de 2010.

He realizado muchas fotografías pero lo único que he hecho con ellas ha sido descargarlas en el ordenador (tres días fotográficos en el Rocío, Toros, Trafalgar….). Estaba saturado.

Desde hoy mismo empiezo la faena. En este tiempo he impartido un curso de fotografía en la Agrupación a la que pertenezco (Agrupación Fotográfica Jerezana San Dionisio) y también he leído, pensado, visto y analizado mucho sobre lo que he hecho y lo que quiero hacer. En estos actos me he dado cuenta de los muchos fallos que he cometido y he intentado ver el lado positivo para no volver a caer en ellos otra vez. Pero la conclusión que he sacado es que volveré a fallar y tendré que volver a hacer otra cura de humildad dentro de algún tiempo.

Las críticas constructivas y las autocriticas nos ayudan a superarnos y a aprender de nuestros errores. Os dejo dos artículos muy interesantes sobre el tema.

Autocrítica: aprende de tus descartes

A todos nos encanta cuando una fotografía recibe muchos elogios. Ya sea cuando la exhibimos a amigos cercanos o bien al recibir comentarios en nuestro fotoblog, Flickr o donde la tengamos expuesta. Eso nos ayuda, nos alegra y supone un buen impulso para seguir tomando fotografías. También está claro que no solemos tomarnos demasiado bien las críticas. A veces no las entendemos, no las compartimos o simplemente no siempre estamos dispuestos a que nos reconozcan los fallos. Pero ¿qué pasa con la autocrítica?
Intentamos buscar en los demás la forma de reafirmar nuestro estilo, o simplemente ante las dudas esperamos que unos comentarios constructivos nos enseñen el camino. Pero no podemos olvidarnos de reflexionar, de observar bien nuestro trabajo y extraer conclusiones críticas que, a buen seguro, nos empujarán a mejorar nuestras fotografías en adelante.

Repasa las fotografías descartadas


Un buen ejercicio de autocrítica es dedicarse un tiempo a revisar esas fotografías que hemos descartado. Las que descargamos de la tarjeta de memoria y tras un rápido vistazo en la pantalla del ordenador dejamos abandonadas en el disco duro (o simplemente las borramos para ahorra espacio). Rara vez volvemos atrás y analizamos con detalle si somos capaces de sacarles partido. Y no está de más hacerlo.

Un repaso crítico y tranquilo por esas fotos que hemos descartados nos puede ser mucho más útil de lo que pensamos. No ya sólo porque en el momento en el que la descartamos se nos pasó por alto sus posibilidades y podemos rescatarlas, sino también porque podemos aprender de nuestros errores más habituales, al tiempo que podemos apreciar cómo hemos conseguido solventar otros.

Lo habitual es que conforme uno aprende, durante ese largo camino que asimila conceptos (profundidad de campo, medición correcta, exposición, composición…), vamos mejorando algunos pero a lo mejor no tanto otros. Echando un vistazo a nuestras fotografías menos agraciadas podemos seguro aprender de los errores.

Autocrítica: toma nota, asimila y busca la solución

En ese vistazo detenido a los descartes, que en muchos casos nos puede llevar tiempo, podemos poco a poco ir anotando errores o simplemente cosas a mejorar. No hay prisa, seguramente si están almacenadas hace semanas o meses, no importan que sigan estando un poco más. Así podemos retroceder, bucear en nuestros archivos y comprobar los tropiezos más comunes, lo que falla, aquello que no consigue que una fotografía logre convencer plenamente, lo que queríamos lograr y lo que nos faltaba para alcanzarlo.

Está claro que la ayuda externa, una visión de alguien ajeno nos puede ser muy útil. Pero el ejercicio de autocrítica no debería obviarse en ningún caso. Es necesario para asumir y asimilar nuestra forma de afrontar las fotografías y, en ocasiones, podemos descubrir nuevos caminos o simplemente abandonar manías o costumbres que nos impiden mejorar.
Os puedo asegurar que una revisión a fondo de nuestras fotografías descartadas, si lo hacemos con serenidad, anotando detalles, asimilando conceptos y el estilo y proponiendo soluciones, encontraremos una forma idónea para seguir evolucionando y creciendo como fotógrafos. Podemos descubrir que nos desenvolvemos mejor en los retratos, o en los paisajes o que definitivamente no conseguimos buenas capturas con poca luz o macrofotografía. De todo ello, podemos extraer el lado positivo: potenciar lo que mejor se nos da y aprender para mejorar en lo que flaqueamos.
Fotos comedy_nose, Zaprittsky y Esparta
¿Realmente ayuda la crítica fotográfica?
Vicente Alfonso

Desde que empecé en esto de la fotografía lo primero que aprendí en los foros fue la sección de crítica fotográfica, en la que subimos nuestras fotos para que los demás puedan comentar lo que les parece, darnos consejos y en algunos casos para tirarnos algún piropo.

Todo iba muy bien en mis comienzos, hasta que poco a poco empezaba a no entender algunos “consejos”, aparte de volverme loco con muchas contradicciones.

Un día subes una foto y de repente alguien te dice que el encuadre es muy cerrado, otro te dice que está muy abierto, uno te dice que le falta luz, el otro te dice que tiene mucha luz… al final acabas hecho un lio y terminas por plantearte ¿me están ayudando a mejorar o todo se basa en hacer fotos a gusto de los demás?

Está claro que no siempre es así. Algunas veces, cuando alguien te comenta algo sobre tus fotos, puedes llegar a entender perfectamente a lo que se refiere y ayudarte a mejorar. Pero como no siempre es así, debemos estar pendiente de las críticas que realmente ayudan de las que no, y si no llevamos mucho tiempo en esto ¿cómo diferenciarlas?

Desde hace poco he ido viendo la crítica fotográfica como un lugar de “colegueo”, en donde varios amigos se dedican a piropearse las fotos entre ellos y a criticar las fotos de los demás (ya sea con criterio o sin él). Por ello, he decidido hacer un alto y por ahora sólo me dedicaré a ver las fotos de los demás, ya que me he dado cuenta de que lo mejor para progresar es saber criticar uno mismo sus propias fotos, y no hay nada mejor que el paso del tiempo para ello. Tan sólo tenéis que hacer la siguiente prueba: ver una o varias fotos que hicierais hace un año y que os parecieran buenas. Podría casi garantizaros de que os sorprenderéis de la cantidad de fallos que se las pueden sacar en algunos casos, incluso cuando en su momento os parecieran perfectas. Es evidente que no siempre tiene porque ser así, pero si sucede mucho en los comienzos.

Si uno es capaz de autocorregirse, conseguirá ir en una única dirección dando como resultado un estilo personal, que al fin y al cabo, es la búsqueda de todo buen fotógrafo.