viernes, 25 de agosto de 2017

EXPOSICIÓN "SACA DE YEGUAS: ARENA Y POLVO". PALACIO DE VILLAVICENCIO. CONJUNTO MONUMENTAL ALCÁZAR DE JEREZ DE LA FRONTERA.

EXPOSICIÓN "SACA DE YEGUAS: ARENA Y POLVO"

El próximo martes, día 5 de septiembre, a las 20:30 horas, que inauguraré la exposición “SACA DE YEGUAS: ARENA Y POLVO”  en el PALACIO DE VILLAVICENCIO situado en el CONJUNTO MONUMENTAL ALCÁZAR DE JEREZ con motivo del DIA EUROPEO DEL CABALLO e incluida en las FIESAS DE LA VENDIMIA DE 2017.

La exposición permanecerá abierta desde el 5 de septiembre al 1 de octubre de 2017.


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FOTOGRAFIAS




 


 
SACA DE YEGUAS: ARENA Y POLVO
“La Saca de las Yeguas” es una práctica que realizan los ganaderos de Almonte el 26 de junio de cada año. Los días previos unos 200 yegüerizos armados con sus varas o chivatas, se adentran por los distintos enclaves marismeños, pernoctando durante varias noches, para agrupar y recoger a sus yeguas y potrillos, que allí pastan en completa libertad durante todo el año.
La mañana del  día 26 de junio  los almonteños hacen el traslado de las yeguas y potros desde el Coto hasta Almonte, agrupados en tropas. Una vez concentrado todo el ganado en las Playas de El Rocío, se inicia la travesía por distintas calles de la aldea  hasta llegar a  la Ermita, donde son bendecidos por el sacerdote de la Ermita.
Antes de llegar al arroyo Santa María cerca de Olivarejos se hace una parada para que hombres y ganado descansen de tan dura travesía. Las yeguas y potrillos vuelven a encontrarse.
Después de tres o cuatro horas de descanso, el ganado organizado en tropas continúa su traslado a Almonte
En Almonte los animales son encerrados en corrales para su limpieza que se conoce como “tusa”, para el herraje, marcaje de los potros y  para la venta. Los animales que no se venden son devueltos otra vez al Coto para que sigan pastando hasta el año siguiente que volverá a realizarse la misma operación.
En los años de más esplendor se calcula que pueden ser trasladados unos 800 ó 900 animales por las arenas hasta Almonte.
He querido reflejar con mi trabajo en qué consiste esta práctica y en qué condiciones se realiza el traslado de las yeguas y los potrillos desde el Rocío hasta Almonte: un inmenso trabajo y un gran sacrificio por parte de hombres, mujeres y niños, en un recorrido en el que el calor y el polvo del camino causan estragos.
He estado presente en este acontecimiento durante unos doce años y como fotógrafo he disfrutado con el espectáculo y espero que con esta exposición pueda transmitir al público que la visite, algunas de las sensaciones vividas por mí en esta experiencia.